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Audiometría e impedanciometría: pruebas clave para tu audición

Audiometría e impedanciometría: pruebas clave para tu audición

La salud auditiva suele pasarse por alto hasta que los problemas ya afectan la vida diaria. Existen pruebas simples, rápidas e indoloras que permiten detectar alteraciones a tiempo: la audiometría y la impedanciometría. Ambas son complementarias y fundamentales para entender cómo escuchamos y cómo funcionan nuestros oídos.

¿Qué es una audiometría?

La audiometría es una evaluación que mide la capacidad de escuchar distintos sonidos, tonos y volúmenes.
Permite identificar:

  • Pérdida auditiva leve, moderada o severa.
  • En qué frecuencias (graves o agudas) está el problema.
  • Si la pérdida es igual en ambos oídos o afecta más a uno.

Es la prueba más utilizada para diagnosticar hipoacusia (pérdida auditiva).

¿Qué es la impedanciometría?

La impedanciometría (o timpanometría) evalúa el movimiento del tímpano y la función del oído medio.
Sirve para detectar:

  • Acumulación de líquido detrás del tímpano.
  • Otitis media.
  • Perforaciones timpánicas.
  • Rigidez o alteraciones en la cadena de huesecillos.

Diferencias entre ambas

  • Audiometría: mide qué tan bien escuchas.
  • Impedanciometría: mide cómo funciona el oído medio.

Juntas ofrecen un panorama completo de tu audición.

 ¿Cuándo hacerse estas pruebas?

  • Si notas pérdida auditiva, zumbidos o mareos.
  • En niños con dificultades de lenguaje, atención o aprendizaje.
  • Si trabajas en ambientes con ruido constante (minería, construcción, fábricas, etc.).
  • Como control anual en adultos mayores.
  • Después de infecciones frecuentes de oído.

 jemplos reales

  • Niño en edad escolar: tenía bajo rendimiento y parecía “distraído”. La audiometría mostró pérdida auditiva leve por otitis recurrentes. Con tratamiento mejoró su aprendizaje.
  • Adulto joven: trabajador de construcción sin molestias evidentes. En un control preventivo se detectó pérdida auditiva inicial causada por exposición al ruido. Gracias a la detección temprana pudo usar protectores auditivos y frenar el avance.
  • Adulto mayor: acudió por dificultad para entender conversaciones. La combinación de audiometría e impedanciometría mostró pérdida auditiva neurosensorial, lo que permitió indicar audífonos adecuados.

Consejos prácticos

  • Hazte una audiometría si percibes que debes subir mucho el volumen de la TV o el celular.
  • En niños, observa si responden cuando los llaman o si presentan retraso en el lenguaje.
  • Usa protectores auditivos si trabajas en ambientes ruidosos.
  • Repite los exámenes de manera anual como prevención, aunque no tengas síntomas.

Preguntas frecuentes

¿La audiometría duele?
No, es un examen rápido e indoloro.

¿La impedanciometría sirve para niños pequeños?

¿Se necesitan ambos exámenes siempre?
Depende del caso. Muchas veces se complementan para un diagnóstico más completo.

¿Cuánto duran los exámenes?
Entre 10 y 30 minutos en total.

¿Debo hacerlos aunque no sienta molestias?
Sí, porque muchas pérdidas auditivas progresan sin notarse al inicio.

Prevención

La audiometría y la impedanciometría son exámenes clave para prevenir y detectar a tiempo cualquier alteración auditiva.

Realizarlos al menos una vez al año, especialmente en personas expuestas a ruido o en niños en etapa escolar, es la mejor forma de cuidar tu salud auditiva.